“La peor persona del mundo” (al salir del cine)
Cuando te quieres quedar a vivir en la luz de una película, pero el proyector se apaga y te ves de patitas en la calle, te refugias en esos minutos en los que no se produce la desconexión con lo que acabas de ver en la pantalla.
Tarareando muy bajito la versión “Aguas de marzo” de Art Garfunkel que tiene todo el color de Antonio Carlos Jobim pero tamizado por la luz de Nueva York, me asomo a las páginas del libro de Francesc Miralles “20 preguntas existenciales” https://www.francescmiralles.com/
Intuyo que a Julie, la protagonista de la película, le habría venido bien tenerlo a mano. Porque, a punto de cumplir los treinta, siente que su vida es un desastre existencial, no acaba de entender qué es eso de sentar la cabeza y su energía creativa no encuentra su sitio. Asistes a su caos existencial subyugada por una banda sonora que podría ser buena compañía cuando buscamos respuestas que nos pueden ayudar a cambiar ciertas cosas de nuestra vida.
Como dice Miralles, “El interés principal del ser humano no es hallar el placer o evitar el dolor, sino encontrar un sentido a la propia vida”. Y tiene una respuesta muy convincente a la pregunta ¿Puede haber una vida sin sufrimiento? “Muy probablemente no, porque la vida es un juego de claroscuros. Pero si le damos sentido, un para qué a todo lo que nos toque experimentar, unas veces disfrutaremos y otras aprenderemos”.
Una vez más, y si aún ni tenemos claro nuestro propósito de vida, habrá que seguir adelante con actitud de explorador. Dicen los que saben que el propósito de la vida, se desvela viviendo.
Aunque mientras lo haces sientas que eres la peor persona del mundo.